La importancia estructural del rechazo, ese borde que delimita lo posible y lo imposible.
Para que algo quede, algo tiene que pasar.
Para que algo circule, algo tiene que haber frenado.
Para que algo se haya detenido, tiene que haber estado en movimiento.
Aceptar el no, vivirlo.
Incorporarlo.
Abrazarlo.
Poder decirlo,
Soportarlo.
Poder perder, para quedarse con algo.
Deja una respuesta