
Por lic.nadiagmendy | 7 Abr 2023 | all
El lugar de lo propio
LA IMPORTANCIA DEL PROPIO TEXTO, DEL PROPIO RITMO.
En el Himba de Namibia, al sur de África, la fecha de nacimiento de un niño no se fija el día en que ese niño nació. Tampoco el día en que fue concebido. La fecha de nacimiento es el día en que ese niño fue 'pensado' por su madre.
Cuando una mujer decide tener un hijo, se sienta sola bajo un árbol y se concentra hasta escuchar la canción del niño que quiere nacer. Después de escucharla, regresa con el hombre que será el padre de su hijo y se la enseña. Y luego, cuando hacen el amor para diseñar físicamente al niño, cantan su canción para invitarlo.
Cuando la madre está embarazada, enseña la canción del niño a la gente del lugar, para que cuando nazca, le canten para darle la bienvenida. Y así lo hacen. En el momento en el que el niño nace, todos le cantan su canción.
A medida que el niño va creciendo, cuando el niño se lastima o se cae o cuando hace algo bueno, como forma de honrarlo, la gente de la tribu canta su canción.
Pero si por lo contrario el niño hace algo malo o comete algún error grave, llaman al niño al centro del poblado y la gente de la comunidad lo rodea. Entonces, le cantan su canción.
Esta tribu africana cree que la forma de corregir un comportamiento antisocial no es el castigo, sino el amor y la recuperación de la identidad. Cuando uno reconoce su propia canción, no desea ni necesita hacer nada que dañe a otros.
Cuando una pareja se une, se cantan la canción de cada uno, y cuando una persona muere, todos
en la tribu cantan su canción, por última vez, para él.
Créditos: Roby Bellastoria
Imagen: @depositphotos
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